lunes, 18 de mayo de 2015

8. Oihane Andueza Imirizaldu

8. Oihane Andueza Imirizaldu


Cuando me propuso Pedro entrar en las listas como suplente le pedí que me diera un tiempo que necesitaba pensármelo.
Accedí impulsada por un “claro”, al cabo de los días. Es un acto simbólico estar en las listas, es un gesto de apoyo y de ponerle cara a algo tan abstracto como es la política.
Apoyo a AGEIZIA en su buen hacer, su buena labor por el pueblo (concretada en varias acciones ya mencionadas por mis compañeros/as), cultura, costumbres... Sin embargo, más allá de las acciones concretas, la actitud y la humanidad que caracterizan a este grupo han sido el impulso para secundar esta lista.

Siempre me he sentido bien avenida en este pueblo, en este ayuntamiento, las propuestas que he lanzado (bien desde el teatro, bien a través de la escuela) han sido escuchadas, apoyadas y recibidas. Las puertas de la alcaldía han estado abiertas, los teléfonos de los alguaciles siempre al servicio, la secretaría dispuesta y cercana.

Estos son los valores que en mi opinión habían de reinar en una democracia y que siento que se practican en este pueblo. El contacto con las gentes, el trato personalizado y el sentimiento de comunidad como antídoto para este sistema globalizador e individualista en el que vivimos, que poco a poco se va tragando tan ricas sociedades.  Aquí, en este pequeño rincón del mundo se practican valores que están muy en crisis en la sociedad mercantilista.


Hablando de mercado, voy a lanzar una utopía. El fomento de una economía local, pequeña, consumir lo que cultiva el vecino, comer lo que nuestros ganaderos crían y quién sabe si generar algún puesto de trabajo. Como he dicho, utópicamente sería la manera de fortalecer el pueblo, que los jóvenes trabajaran aquí y conseguir (por fin he llegado a mi terreno) que nacieran niños en el pueblo para mantener una escuela viva. ¿Utopía?

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